
La primera sesión de este cuatrienio se caracterizó por muchos asuntos inconclusos. Proyectos sustantivos y fuertes como el salario mínimo, la reforma laboral, la reforma universitaria, la medida para el estado de emergencia por violencia de género y muchas otras piezas legislativas que hubiesen representado una esperanza para muchas personas, se quedaron rezagadas. Esta nueva sesión nos da el espacio para un nuevo amanecer.
Si viéramos esto como si fuera poesía, la primera estrofa de nuestra nueva canción debe capturar los oídos y el corazón de la gente para lograr rescatar la confianza que el pueblo ha perdido en cuanto al proceso legislativo. No hay forma de que nos escondamos, como legisladores, de procurar que nuestro tiempo esté enmarcado dentro de la urgencia que se ha desarrollado por la desatención a problemas fundamentales. La violencia contra la mujer, las desigualdades laborales, la justicia salarial, el contrato de LUMA, las reformas al sistema educativo y al sistema de justicia de menores requieren atención urgente. Esta nueva sesión es una oportunidad única para procurar lo que siempre he catalogado como un escenario de redención política.
En nuestra oficina, no hemos dejado ninguna de esas cosas de un lado. Desde nuestro espacio legislativo, seguimos insistiendo en que se atiendan los proyectos de reforma laboral y el urgente aumento al salario mínimo. Estas medidas no buscan otra cosa que no sea justicia y condiciones dignas para la clase trabajadora. También, seguimos haciendo hincapié para que los Proyectos del Senado 172 (Reforma Universitaria) y el 185 (para decretar por ley un estado de emergencia por violencia de género), estancados en sus respectivas comisiones, se atiendan y se aprueben con inmediatez. Entre nuestras gestiones de cabildeo en el Senado, se encuentra abogar por la aprobación del Proyecto del Senado 75 que crearía la Ley del Sistema Integrado de Manejo Uniforme de Trauma; del Proyecto del Senado 155 que crea la licencia de paternidad y maternidad subrogada y amplia los beneficios de maternidad; el Proyecto del Senado 147 que representaría una verdadera oportunidad de rehabilitación a aquellas personas con antecedentes penales; y el importante Proyecto del Senado 344 que transformaría el sistema de justicia de menores.
También, nos hemos preparado para radicar, en esta sesión, una serie de medidas de impacto salubrista y comunitario. Abarcaremos el problema de la pirotecnia en Puerto Rico, cuyos ruidos explosivos no solo hacen daño a los animales, sino que también afectan a la población con diversidad funcional y a los adultos y adultas mayores. Asimismo, presentaremos legislación para que las mujeres en parto puedan tener acceso al epidural como parte de los beneficios mínimos en su cobertura médica. Nuevamente, radicaremos un plan de abordaje al sinhogarismo con la meta de minimizar la recurrencia de este fenómeno tan común en nuestra isla. También, trabajaremos para resolver un problema que aqueja a la comunidad sorda: no hay una junta reglamentadora que certifique a los intérpretes de lenguaje de señas. Estos son solo algunos de los temas con los que nos comprometemos en esta sesión.
Además de atender las medidas que se nos refieren, la Comisión de Iniciativas Comunitarias, Salud Mental y Adicción –que presido– ha tomado la encomienda de hacer un diagnóstico e investigación profunda sobre la crisis de salud mental en Puerto Rico. Tras vistas públicas, visitas a centros de salud mental, hospitales y centros correccionales, y un primer informe parcial sobre nuestros hallazgos, la Comisión sigue encaminada, en esta sesión, hacia la creación de política pública de prevención.
Las gestiones comunitarias estarán encabezadas por visitas a los municipios y reuniones con alcaldes para el desarrollo de esfuerzos beneficiosos a las comunidades. Entretanto, continuaremos creando actividades en torno a la discusión de la crisis de opioides y continuaremos brindando información de prevención ante la temporada de huracanes que ya ha probado ser activa. Además, ante lo que parece ser una cruzada en contra de nuestros recursos naturales, continuaremos, a través de las redes sociales, con la Campaña Siembra que comprende de un esfuerzo de política pública, participación ciudadana y educación dirigida hacia el rescate de la agricultura puertorriqueña. También, hemos concertado lazos para asegurar el bienestar de los adultos y adultas mayores. Trazaremos esfuerzos para reconocer la aportación afrodescendiente en nuestra isla y concertamos lazos y planes de trabajo en favor de la comunidad dominicana.
En esta nueva sesión, además, tenemos la visión de agilizar la participación ciudadana mediante la apertura al espacio comunitario, la reclutación de voluntarios y voluntarias, y la colaboración de internos e internas para las investigaciones legislativas y de campo.
Queda cuatrienio y trabajo por hacer. No solo nos toca construir el nuevo camino de la patria que amanece. Estamos en la obligación de caminarlo y llegar.